Iglesia orientada litúrgicamente con la portada en su fachada de poniente, orientada hacia la plaza principal (Plaza de la Fuente). Forma un conjunto unitario con el Palacio, ocupando el lugar focal de toda la trama urbana del pueblo y conformando uno de los conjuntos más interesantes del barroco madrileño.
La iglesia es de planta de cruz latina con coro y portada enmarcada por dos torres a los pies, dos pequeñas capillas a cada lado de la nave central, y sacristía tras el presbiterio, sobreelevado y con importante retablo.
La estructura de los muros es de mampostería revocada con mortero de cal, de color ocre. Los elementos de refuerzo estructural (sillería de esquina) o de articulación arquitectónica (recercados de puertas y ventanas, molduras, portada principal) son de sillería de piedra caliza, muy bien labrada. El basamento es de sillares de piedra caliza, en dos hiladas.
La torres, del mismo tipo de fábrica que el resto del templo, se remata con campanario abierto en los cuatro lados mediante ventana adintelada. Consta de cuatro cuerpos, con huecos de diferente composición en cada uno de ellos. El cuerpo superior, todo él de piedra, se articula con dos pilastras toscanas a cada lado del hueco, entablamento, cornisa y chapitel de pizarra de planta cuadrada con buhardilla en sus cuatro lados y coronado por pabellón con pequeña aguja, orbe, veleta y cruz.
La iglesia se cubre con teja árabe, excepción hecha de los chapiteles de las torres y del crucero. La estructura de dicha cubierta es de pares de madera.
La volumetría general del templo se encuadra en la del conjunto, formando su parte lateral derecha, y refleja sinceramente la organización en planta del templo, resaltando al exterior el volumen de la cúpula y del crucero.
La portada principal, abierta en su lado Oeste, se adelanta sobre el plano del muro. Se ordena con doble columna corintia que sustenta entablamento y enmarca el medio punto de la puerta, a cada lado de la puerta, y se corona mediante frontón roto en su parte central por una hornacina con escultura del patrono.
Al interior se presenta como una iglesia de tres naves, con coro en alto sobre arco carpanel a los pies de la iglesia, crucero con cúpula peraltada coronada con linterna y presbiterio de planta rectangular. Las naves constan de dos tramos de pequeño tamaño. En el interior de la torre, a la que se accede desde la primera capilla, se sitúa la escalera de acceso al coro. Las naves laterales se cubren con bóveda de arista, y la central con bóveda de medio cañón con lunetos, decorada con profusión de molduras.
Formalmente se articula el templo mediante un orden de pilastras toscanas, que sustentan arcos y bóvedas, y que se continúan en arcos fajones.